San Alfonso María de Ligorio vida temprana
San Alfonso María de Ligorio nació el 27 de septiembre de 1696 en la ciudad de Marianela, Nápoles, Italia, en la cuna de una familia noble y cristiana que hizo todo lo posible para ayudar al joven a desarrollarse con un futuro brillante.San Alfonso María de Ligorio recibió de su padre una educación rígida en los estudios científicos y académicos, pero su madre nunca perdió su preocupación por los caminos de Dios. Así san Alfonso se convirtió en un ferviente cristiano.
Debido a su gran cultura e inteligencia con sólo 16 años de edad, San Alfonso María de Liguori fue músico, poeta, escritor y doctor en derecho civil y eclesiástico, pero a pesar de su noble origen siempre atendió a todos, independientemente de su condición, con el mismo compromiso, siendo un abogado muy exitoso.
Ordenado sacerdote
Un día la vida de Santo Afonso de Ligório cambiaría, porque por deshonestidad terminó perdiendo una causa importante. Después del evento decidió abandonar su carrera y su noble vida y vivir en la entrega a Dios. Terminó sus estudios teológicos y fue ordenado sacerdote a la edad de treinta años en 1726.Incluso después de haber sido ordenado sacerdote, San Alfonso María de Ligorio no fue aceptado plenamente por su familia. Pero viendo cómo Alfonso puso sus talentos al servicio de todo el pueblo y de Dios en su predicación, aceptó con gusto la decisión de su hijo.
Las palabras de San Alfonso María de Ligorio fueron un bálsamo para quienes buscaban reconciliación y guía a través del confesionario, ministerio al que se dedicó durante todo su apostolado.
A quienes le preguntaban cuál era su lema, San Alfonso decía: "Dios me envió a evangelizar a los pobres".
En 1732, S. Alfonso María de Ligorio fundó la Congregación del Santísimo Redentor, destinada exclusivamente a la predicación a los pobres, a las regiones de población abandonada, en forma de misiones y retiros.
En 1762 aceptó ser obispo de la diócesis de Santa Águeda dos Godos. Sin embargo, su salud debilitada le hizo retirarse de nuevo al convento, donde continuó escribiendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario